RESEÑA HISTÓRICA
La Colonia José Mármol se encuentra ubicada en el centro-oeste de la provincia del Chaco, República Argentina. La explotación forestal fue la actividad pionera de la provincia, convirtiéndose en un verdadero emporio industrial del tanino. Después de la Primera Guerra Mundial se inicia la espectacular expansión del cultivo de algodón en el Chaco, dando lugar a la creación de Colonias donde se instalaron argentinos provenientes de otras provincias y una corriente de inmigrantes, impulsados por el conflicto bélico. En la década del 30’ el auge algodonero llegó a constituir la mayor riqueza del territorio chaqueño. Sin embargo en los 90’ durante la presidencia de Carlos Menem, la fuerte baja en los precios del producto y la competencia de los tejidos sintéticos y/o internacionales produjeron una grave crisis en el sistema productivo de Chaco. Las áreas rurales deprimidas por la crisis se convirtieron en fuentes expulsoras de población hacia los centros urbanos. Pero la estrategia política permitía la introducción de nuevos cultivos, como la soja, el cual paso a ser el principal producto de exportación argentino. Así Argentina “agriculturalizada” es perfectamente un país neoliberal monoexportador. La intensa cosecha sojera que arrasa con montes y ecosistemas, también arrasa con los campesinos al ser desplazados de sus puestos laborales por maquinarias y herbicidas. La baja productividad de la tierra por no realizarse la correspondiente rotación de cultivos, sumado a las adversas condiciones climáticas, promueven la reaparición de enfermedades como la tuberculosis, dengue entre otras. De esta forma, la falta de alimento, vivienda, educación, conforman la desaparición de miles de campesinos en muchas partes del territorio argentino, promulgado por el bajo acceso a la tierra, ya que los grandes productores, una minoría principalmente de capitales extranjeros, poseen la mayor parte de esta, gracias a la irregularidad en los títulos de tierras, la ocupación de tierras fiscales y privadas y los campos comuneros, comprados por los empresarios a $2 la hectárea (U$s 0.50).